Todavía no me quiero ir...


Mi mami me levantó temprano hoy para ir a clases, pero, ¡a mi no me gusta ir al colegio! Lejos lo que más me gusta es quedarme en casa y que mi abuelita cocine. Ahora mi mamá se va… arregladita, sus botas con taco negras, una falda gris con una blusa blanca y una cosita dorada en el cuello que se ve feo. ¡Mi abuelita está haciendo quaker! Yo ya estoy listo, mi pantalón con dos parches en las rodillas me gusta porque puedo arrastrarme, pero mi corbatita es fea porque es de color de niña; el rosado no es de niño. Mi abuelita siempre se viste igual, su falda hasta debajo de la rodilla de un color que no me lo sé una polerita y su chaleco de siempre que es como rojo creo. Viene con el jarrito con quaker, “viene con sorpresa” me dice, siempre es distinto, hoy viene con una cuchara de sopa enterrado en él y la sorpresa es… ¡Bien! Mermelada de frutilla. Me gusta cuando la abuela está en la cocina, hace cosas ricas, pero no entiendo aún ¿por qué cocina tan temprano? Y ¿Por qué me levantan tan temprano si vivo al lado del colegio?

La tele me gusta, tiene una manillita y siempre me retan cuando paso los canales muy rápido, pero a mí me entretiene. Veo monos mientras espero a mi abuela, me tiene que ir a dejar al colegio. Apago la tele de un salto y voy hacia la puerta, está soleado, pero hace frío. ¡Mis juguetes! Los dejé tirados otra vez. Mi abuela se acerca y me dice “recoja todos sus juguetes antes de que nos vayamos” Mis autitos, llenos de tierra, el rojo, el amarillo, el blanco, el de manchitas verdes y el negro mi favorito –Me lo guardo en el bolsillo- Corro, entro a la casa, llego a mi pieza y tiro todo al suelo. ¡Mi mochila! La tomo y vuelvo a salir corriendo. “No quiero que estés llevando cosas raras al colegio” me dice mi abuela. Mete las manos a i bolsillo y me saca el autito negro. Que mal, porque quería jugar.

Me adelanto y abro la reja, ¡Hola vecina! Saludo. Mi abuela repite “Hola”, creo que no le gusta hablar con ella. Cierra la reja y nos vamos sin hablar. Mi abuela me alcanza y toma mi mano, me gusta su mano, es grande y tiene como arruguitas. Cuando me hace cariño siempre tienen olor a comida, creo que le gusta andar con ese olor.

El camino es siempre el mismo, llegamos a la esquina ¡Abuelo! Siempre salía antes que todos, yo no podría levantarme tan temprano, viene leyendo y caminando. Yo no puedo hacer eso creo que puede mirar con la mente o algo asi. Mi abuelito es bacán. Nos acompaña a paso lento, solo falta mi mamá, no me gusta que trabaje.
Solo faltan unas cuadras, me suelto de la mano de mi abuela, trepo un árbol gigante, muy, muy grande que está en la esquina de mi colegio. Me gusta ver el patio desde ahí antes de entrar. Bájate de ahí niñito, me grita mi abuelo desde abajo, me da miedo y me bajo. En la entrada están mis amigos. Mi abuela me mira, mi abuelo le pasa un brazo por su hombro sonríen y me dicen adiós. ¿No me gusta el colegio sabían?

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