Surrealismo en el rutinario de la (no)vida (desde el pesimismo del capitalismo)

Fotograma Sin título: Luis Figueroa Jacob ©

Breve historia, algunos exponentes y antecedentes.


El surrealismo nace primeramente como un movimiento artístico en Francia en torno al año 1920 con el manifiesto del poeta André Breton y luego el término surrealismo lo acuña el escritor G. Apollinaire. Propongo la palabra “primeramente” en la primera línea, ya que, el surrealismo como tal, aparte de sus raíces estéticas también vio involucrado en su paso un sinfín de características revolucionarias, tanto a nivel cognitivo de la mente humana como a nivel político.

Como vanguardia artística, el surrealismo pretendía ir mucho más allá y no proyectaba sólo ser una opción artística, si no, ser un movimiento que promoviera la revolución integral y la liberación total del hombre en sus aspectos sociales y psíquicos. En esta escena que planteaba Bretón, junto a un importante grupo de artistas que residieron en París, siguieron finalmente de la teoría surrealista. Entre ellos nombramos a: Luis Aragon, Juan Larrea, Luis Buñel y Salvador Dalí.
El surrealismo surgió del movimiento Dadá que reflejaba tanto en arte como literatura la protesta nihilista contra los todos los aspectos de la cultura occidental de la época. Este movimiento, como muchos otros de esta línea temporal, surgió por los duros golpes y el mal estado en que había quedado Europa tras la guerra. En este periodo de entreguerras, los intelectuales intentaban comprender la profundidad psíquica del ser humano, sus sueños, el inconsciente. De aquí, los escritos y teorías del psicoanálisis de Sigmund Freud aportarían la base científica e ideológica, de igual modo, las obras de Füsli y Blake dieron las bases del lado artístico.
Se habla de dos tipos de Surrealismo pictórico y de dos grandes grupos de artistas surrealistas. Por un lado tenemos los pertenecientes al surrealismo figurativo, entre los que destacan Max Ernst, René Magritte, Dalí y Chagall, quienes explorarían el surrealismo desde una perspectiva más formal, porque a pesar de sus deformidades, nunca abandonaron su referencia real. Por otro lado, tenemos el surrealismo abstracto que contaba con Yves Tanguy, Miró, Paul Klee y Hans Arp, quienes en contraste con sus pares nombrados anteriormente, miraban el surrealismo de una manera menos figurativa.

La exploración de la fotografía se hizo presente con Man Ray, Christian Chad y en los fotogramas de Moholy-Nagi, todos ellos aludían al automatismo para representar de manera inconsciente la realidad y en la manipulación de sus imágenes.

Vertiginoso


La idea preconcebida que tenemos de la realidad nos impide ver con claridad lo que realmente tenemos a nuestro alrededor. Nos debería estremecer de cierto modo, lo veraz que puede ser nuestro subconsciente, pero visto de la manera en que el surrealismo nos trae la realidad de una manera abstracta, nos hace parecer más tangible esas cosas que surgen de manera tenebrosa en nuestra psique.

Nos podría agradar el hecho, que movimientos rupturistas como lo fue el surrealismo, nos permitan de alguna manera liberar al ser humano de las represiones personales y sociales que nos invaden día a día. Los surrealistas nos revelan, como por medio de técnicas concretas basadas en estudios cimentados en teorías Freudianas en amalgama con las raíces artísticas y de pensamiento, permitían la libertad de creación (entiéndase de manera hipnótica de la psique) olvidando la razón. De esta manera, los surrealistas lograron captar la atención del lector/observador de la obra, pero no de una manera directa, si no, que a través de su inconsciente.

Hoy por hoy, de manera significativa nos vemos bombardeados por el capitalismo que a través de las campañas publicitarias intenta carcomer el inconsciente colectivo, casi practicando lobotomía en las masas. El pensar de esta transformación de un ser oprimido pasando a transgredir los límites de las convenciones sociopolíticas es lo que nos inspira en este trabajo. Como nombramos, la dualidad de la vanguardia surrealista con su pensamiento libertario, donde nos vemos libres de nuestros propios tapujos a nivel de la psicología clínica que nos hablaba Freud y por otro lado hablando de una liberación que sobre el hombre ejerce la sociedad burguesa y el modelo desigual de estado.

La razón principal y más real (de manera más exacta) del proceso de este pequeño ensayo, es el cómo esta vanguardia logra volver más humano el arte que hoy en día se ve deshumanizado por su aspecto volátil y puesto “al mejor postor” (entendiendo esto como la capitalización del arte). Esta es una de las vanguardias que cierra un ciclo, pretendieron provocar acciones en el colectivo, pero más nunca quisieron ser entendidos. Esto supone la apertura, la vuelta a temas existenciales, políticos, religiosos y sociales.

En conclusión, tanto de materia libertaria cognitiva como en ámbito de la estética en el arte el surrealismo nos deja un rico legado.

Extraído del manifiesto surrealista nos queda que: “Digámoslo claramente: lo maravilloso es siempre bello, todo lo maravilloso, sea lo que fuere, es bello, e incluso debemos decir que solo lo maravilloso es bello”


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